lunes, 21 de marzo de 2016

La maravillosa pesadilla de estar vivos

"La vida es la desgracia de observar la porquería en que estamos convirtiendo al mundo; un mundo en el que, sin embargo, podemos encontrar cosas tan maravillosas como el arte, la literatura, la ciencia y el amor."

Anónimo
Heme aquí otra vez, empeñado en provocar el derroche de tu tiempo, apreciado lector, en este rincón de la blogósfera. Como si no tuvieras suficiente ya con toda la avalancha de responsabilidades y distracciones que debes soportar en tu vida. Pero así somos por aquí, nos gusta la impertinencia.

El otro día una querida amiga, algo turbada, medio en serio y medio en broma, me contó uno de sus sueños recientes. Era una pesadilla.

—¿Por qué será que siempre las pesadillas son las que más se aferran en mi memoria? —ella me decía—. Puede ser que estemos hechos para sufrir, y una manera cruel de asegurar esto sea privilegiar los recuerdos infelices sobre los demás —continuaba—.

Ella debió seguir hablándome por largo rato, empapándome de su improvisada filosofía del dolor y sufrimiento. Me percaté que había quedado enganchado a la idea de tener una conciencia masoquista; mi mente hizo un par de divertidas asociaciones que me hicieron sonreír espontáneamente —era inevitable, tomando en cuenta que horas antes había visto una comedia tan absurda y tan efectiva a la vez, que las ideas estúpidas estaban a la orden del día.

—Contigo no se puede hablar sin esperar ver esa carota de idiota que pones en plan de burla —me dijo, claramente incómoda—.

—Perdona Carmen, no es eso, sólo me causaba gracia una tontería que no viene al caso. Pero, sabes, yo creo que algo de razón tienes; aunque yo también tengo grabados en mi memoria muchos eventos felices, graciosos y otros incómodos; no todos son aterradores —contesté, dándole la importancia que merecía a nuestra irrelevante conversa.

Y nuestra charla sobre el tema se extendió mucho más en tiempo que, como podrás imaginar apreciado lector, en profundidad de argumentos o agudeza de conclusiones. Así que no vale la pena reproducirla más allá de lo arriba escrito. Sólo te diré que la comida estuvo deliciosa —porque fue de noche, mientras cenábamos, en uno de esos restaurantes de nombre extranjero que abundan últimamente, donde pasó todo esto— y que para mí no fue tan espantosa la mentada pesadilla, tampoco vale la pena contarla aquí, creo.

En fin ¿a qué viene todo esto? Pues no sabría expresarlo con suficiente claridad. Pero de alguna manera, siendo consciente de nuestros problemas, entendiendo que hay muchos que ni si siquiera alcanzo a entender, recordando conversaciones como esa, viendo el sufrimiento en no solamente nuestra especie, es que conseguí lo que les muestro en seguida.
Dolor
Dibujo de $21,0\times29,7\text{cm}^{2}$ (07/03/2016)

Es casi la primera cosa que hago con más de tres colores, usé pasteles, carboncillo y uno que otro bolígrafo sobre papel de dibujo blanco tamaño $A4$. Espero que les guste o, al menos, que despierte alguna reflexión o pensamiento interesante. Nada puede ser tan malo ni, paradójicamente, tan extraordinario como estar vivos, ¿verdad?

Hasta otro día.

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$\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\small Hojas\;Rayadas$