Anónimo
Heme aquí otra vez, empeñado en provocar el derroche de tu tiempo, apreciado lector, en este rincón de la blogósfera. Como si no tuvieras suficiente ya con toda la avalancha de responsabilidades y distracciones que debes soportar en tu vida. Pero así somos por aquí, nos gusta la impertinencia.
El otro día una querida amiga, algo turbada, medio en serio y medio en broma, me contó uno de sus sueños recientes. Era una pesadilla.