
Y por Halloween, ¡¡ta-ta ta-tan!!, ehh... bueno... no, mentira no hay nada por Halloween, lamento arruinar tus expectativas apreciado lector, pero, además de que ya no es Halloween, hoy no voy a mostrarles nada alusivo; aunque me hubiera gustado hacerlo, lamentablemente no se pudo.
Si por esas casualidades de la vida eres peruano y tienes el patriotismo al tope y piensas que quizás te vaya a sorprender con algo que tenga que ver con la Canción Criolla, pues tampoco querido lector. La verdad es que, dicho sea de paso, con algo de pena por aquí no pasan muchos peruanos así que casi ni vale la pena excusarme por no haber hecho nada que tenga que ver con la Canción Criolla.
Lo que vengo a mostrarles hoy es casi un experimento, sucede que el otro día estaba por ahí en casa sin hacer nada cuando me encontré con un lapicero tipo estilógrafo, uno de esos con la punta muy delgada y tinta líquida, que según me dijeron lo dejaron en mi hogar como regalo o tal vez por que el que lo dejó ya no lo quería. Como sea, pasó que hace poco se me ocurrió que podría usar mi nuevo juguete para dibujar y agarré un papel para acuarela $N^{\circ}4$ (así de apropiados elijo mis materiales) y me puse a rayar encima.
Y así empezó mi "emocionante" aventura. Lo que sigue es medio trágico-patético, tanto que como terapia creo que en lugar de hacer el esfuerzo de escribir algo interesante que acompañe mi dibujo vengo a desahogarme aquí, así que si no quieres aburrirte con todo el rollo que me voy a largar puedes solo ver lo que muestro abajo y espero que no te decepcione (demasiado).
Bien, lo que pasó es que no imaginé que fuera tan complicado manejar ese llamémoslo estilógrafo. Cada trazo parecía como si estuviera con un pequeño plumón con tinta aguada sobre pizarra acrílica, con la diferencia de que no podía borrar nada de lo que hiciera. Cuando tenía la forma básica de mi elefante y me decidí por mejorar su aspecto, simplemente me dí cuenta que no estaba funcionando y abandoné el dibujo a la media hora de empezado y con la autoestima claramente golpeada. Todo ésto pasó hace como una semana, y no fue hasta hoy que, con la moral recuperada, en un rato libre lo retomé porque, de todos modos la hoja ya se echó perder y si quiero rayar un rato con el estilógrafo es mejor que siga usando esa apropiadísima hoja para acuarela -pensé, en un momento de iluminación-. Así fue que, no se si porque la tinta ya estaba algo seca, o porque simplemente ya no me importó tanto como iba quedando el dibujo, logré lo que les muestro a continuación. Para serles franco no me satisface mucho el resultado porque como podrán entender no lo hice ni con el cuidado ni la destreza necesarios, sin embargo, lo publico publico aquí porque me parece algo diferente a lo que había hecho antes y también porque creo que es un buen pretexto para usar el blog después de casi dos meses de descanso
Grandeza Dibujo de $24\times 32\;\text{cm}^{2}$ ($01/11/2013$) |
Los materiales que utilicé fueron un lapicero tipo estilógrafo, la hoja para acuarela y un poquitín de pastel blanco. Como pueden ver, represento a un elefante, ojalá les parezca que capté la grandeza y majestuosidad que me transmite este increíble animal.
Eso es todo por hoy, ojalá te haya gustado la entrada.
P.D: Como dato curioso, hace un tiempo me enteré, vía Wikipedia, que los elefantes ya no son más paquidermos, curioso ¿verdad?
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$\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\small Hojas\;Rayadas$