Estos días ando francamente asombrado, casi, casi como una criatura que empieza a descubrir su entorno, como si reaprendiera a interpretar las señales que captan mis sentidos. No, no apreciado lector, si imaginas que ando experimentando con alguna sustancia de simpatía semejante a la manzana que mordió Adán, allí en los tiempos cuando las serpientes hablaban y la humanidad entera era invulnerable al frío, estás completamente equivocado, no hay ni el presupuesto ni las ganas para esas cosas.
Solo sucede que hace unos días empecé a leer Otras voces, otros ámbitos (Other Voices, Other Rooms, su título original), la primera novela publicada de de Truman Capote a finales de la década del 40 (él si que experimentaba con sustancias, por cierto), y es justo como me había enterado. El modo de contar las cosas de Capote es increíble, ejemplos como el que cito al principio abundan y si bien algunas veces parece exagerar en sus descripciones, las más me he quedado impactado con su capacidad de narrar situaciones. Aunque ahora solo leo una traducción, espero pronto poder entender los originales de este gran autor para que la satisfacción sea completa.
En estas circunstancias es que terminé el último dibujo que les muestro ahora. Nuevamente interrumpí el que tengo planeado desde hace ya buen tiempo por la ocurrencia que tuve de ensayar algo diferente. El siguiente dibujo está hecho sobre la base de una cartulina negra tamaño $A4$ y dibujado con lápiz pastel blanco y algo de lápiz de carbón (el usual).
Melancolía Dibujo de $21\times 29,7\mbox{cm}^{2}$ (03/09/2013) |
Lo hice sin pensar en nadie concreto, exceptuando tal vez a la mujer casi sobrenatural que, en la novela que voy leyendo, saluda a Joel (el protagonista) desde una ventana donde aparentemente no debería haber nadie. Yo aún no descubro quién o qué es, ya me falta poco para terminar y no se si lo logre, pero si el objetivo del autor solo fue que reflexionara sobre ella, lo cumplió.
Bueno, no tengo nada más que contar, como ves el dibujo está algo contagiado por el que mostré la última vez, espero que hayas pasado un buen rato.
Hasta pronto.
$\star$Actualización (Si aún no haz leído la novela y quieres hacerlo en algún momento, puede no resultarte conveniente leer lo que sigue): Hace ya más de una semana que terminé la novela, de hecho he acabado, ya, una pequeña novela de Flaubert que empecé luego de terminar el libro de Capote, pero curiosamente, por ratos, no puedo dejar de pensar en el final de Otras voces, otos ámbitos. El solo hecho de imaginar que Randolph haya sido en realidad la "chica" que inspiró el dibujo que muestro arriba provoca que, de pronto, una gran sonrisa se dibuje en mi cara. Qué irónico y divertido resultó todo ésto.
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$\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\quad\small Hojas\;Rayadas$