
Creo que es ampliamente aceptado que la especie humana, nosotros, somos curiosos, bueno, al menos en términos generales. Tal vez sea ésta una de las principales características que nos han permitido comprender nuestro entorno con niveles de profundidad y abstracción sorprendentes. Un claro ejemplo de ésto en la misión Curiosity, que hoy nos permite apreciar parte del paisaje marciano con una calidad asombrosa, como puede verse en esta entrada de BioTay, donde se presenta una muy buena panorámica creada por Andrew Bodrov.
También creo se acepta que la curiosidad, igual que otros comportamientos, no es exclusiva de los humanos. Pero, ¿qué hay del bien?, ¿es exclusivo de nosotros?, ¿será que somos los únicos que somos capaces de hacer buenas obras sin buscar beneficio inmediato y de un modo no automático?