martes, 16 de octubre de 2012

Mi resfrío, Arguedas y mi representación de la inocencia.


Hace cinco semanas que no paso por aquí, y hace aproximadamente ese tiempo contraje un resfriado, que en complicidad con mi despreocupado cuidado, consiguió transformar mi tranquila vida en una molesta experiencia en la que pude comprobar que la capacidad de toser y estornudar de una persona puede ser prácticamente ilimitada. En esas condiciones no he podido hallar la calma que me gusta alcanzar cuando dibujo, así que con mucha pena tuve que dejar esperando el último dibujo que había empezado y por consiguiente abandoné este blog todo este tiempo.

Felizmente ya casi estoy bien y conseguí terminar lo que había empezado luego de haber leído una declaración de José María Arguedas en la que básicamente daba cuenta, como testimonio personal, que todo lo que sufre un niño se refleja en el adulto que posiblemente llegará a ser.