No estés absolutamente seguro de nada

Hoy no es martes, como es evidente. Así que, recordando mi último acuerdo de publicar los martes, no podría ser más pertinente el título de esta entrada. Título con ciertos aires relativistas y escépticos que dijera hace ya buen tiempo Bertrand Russell; esta cita naturalmente no puede resumir todo el pensamiento de Russell y su incansable empeño de comprender la realidad, según él uno de principales fines de la filosofía, sin embargo, nos da ciertas luces que apuntan a que creer tener certeza de la universalidad de cierta verdad es probablemente evidencia de ignorar la larga lista de  "verdades" renovadas, actualizadas o refutadas que han formado parte de nuestra historia, porque como también afirmaba Russell, aunque todo el mundo (o comunidad científica) crea saber algo, bien podría estar equivocado.

No pretendo hablar mucho más sobre el pensamiento y trabajo de Russell, pero aprovecho para recordar que aunque tal vez no tuvo un alcance filosófico teórico tan profundo como algunos de sus contemporáneos, es innegable su gran influencia y aporte, particularmente como divulgador, acercándonos a su pensamiento. Además de ésto, pese a las posteriores conclusiones de Kurt Gödel, es notable su contribución en Lógica al pretender crear un sistema matemático "autosuficiente" del que se pueda deducir la matemática de su tiempo.

En fin, a pesar de la censura que sufrió en su momento, fue reconocido con el premio Nobel de literatura, y fue quizás uno de esos privilegiados pensadores que murió en paz, luego de una larga y productiva vida, como él seguramente lo quiso, sin miedo ni decepciones, como un manso río que deja su individualidad al encontrarse con el inmenso mar.

Termino como en las últimas entradas, mostrándoles el siguiente dibujo

,

Russell
Dibujo de $21.0\times 29.7\mbox{cm}^{2}$ ($10/08/2012$)

que hice con lápices de diferentes graduaciones sobre cartulina opalina tamaño A4.

Hasta pronto.

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$\star$ Los dejo con este interesante mensaje dejado por él en una entrevista hecha por John Freeman.